Ni una más

Intente suicidarme pero no lo conseguí, que pena, es triste observar que cantidad de veces un hombre (¿merece llamarlo así?) después de matar salvajemente a su compañera intenta quitarse la vida, sin conseguirlo.

Miedo, instinto de supervivencia, o simplemente cobardía, por que ya ha demostrado lo cobarde que es por no saber, no querer, aceptar que “su compañera” ya no lo es, que ella se ha cansado de su violencia, que se ha hartado de su pestilencia machista, que se ha cansado de promesas, de esperar que cambie, de palizas una y otra vez silenciadas todo por el “amor” que le tiene o le tenia.

Y eso en la cabeza de este hombre no le entra, es suya y solo suya, si no es de él no será de nadie, él se va a convertir en el Dios que da o quita el derecho a la vida y a la felicidad, él piensa ¿piensa? Como me puede hacer esto a mi, con todo lo que la quiero y para demostrárselo la mata, la mata dejando a sus hijos, sus padres, hermanos… con el corazón y el alma destrozados.

Llevamos ya demasiadas muertes como para frivolizar con esto, pero como dice mi amiga Ana, “que asqueroso por que no se revienta la cabeza antes y no después de matarla…” mi querida amiga, por que aparte de cobardes son unos babosos ventajistas.

Ni una muerte más, pongamos de nuestra parte todo lo que podamos para evitarlo.